De izquierda a derecha Sara Swiderski de Goñi, Ramón, María y Gabriel Bravo Aldea, esperando a la novia Pepita.
1 comentario:
Anónimo
dijo...
Eran un amor y lindos mis tíos. La señora era mi tía María, hermana de mi papá, profesora de castellano en el Liceo de Chillán, fué la que me enseñó a mí a escribir en español porque yo estudié en el Villa Maria y ahí sólo aprendíamos en inglés. Ella se indignaba con mi papá porque nos ponía en esos colegios siúticos. Yo era la regalona de mis tíos y me iba a pasar los veranos con ellos a Chillán, hasta que mi papá los convenció, por no decir obligó, a cambiarse a Santiago. Donde pasaron sus últimos años añorando con tremenda nostalgia su querido Chillán. Mi tío Ramón era el hermano menor de mi papá, mi padrino, nunca se casó. La otra hermana, mi tía Zulema, que no sale en la foto, también soltera, piadosa de los dominicos. Todos muertos y enterrados.
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Eran un amor y lindos mis tíos. La señora era mi tía María, hermana de mi papá, profesora de castellano en el Liceo de Chillán, fué la que me enseñó a mí a escribir en español porque yo estudié en el Villa Maria y ahí sólo aprendíamos en inglés. Ella se indignaba con mi papá porque nos ponía en esos colegios siúticos. Yo era la regalona de mis tíos y me iba a pasar los veranos con ellos a Chillán, hasta que mi papá los convenció, por no decir obligó, a cambiarse a Santiago. Donde pasaron sus últimos años añorando con tremenda nostalgia su querido Chillán. Mi tío Ramón era el hermano menor de mi papá, mi padrino, nunca se casó. La otra hermana, mi tía Zulema, que no sale en la foto, también soltera, piadosa de los dominicos. Todos muertos y enterrados.
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